martes, 6 de diciembre de 2011


Qué hacer cuando no quiere ir al cole

Ante una negativa prolongada a acudir a la escuela, las familias deben analizar los posibles factores que provocan el rechazo


Se resiste a levantarse, llora, grita, discute, en definitiva, se niega a ir al colegio. No es extraño vivir esta situación en los hogares con niños en edad escolar. Sin embargo, en ocasiones, se prolonga en el tiempo y se convierte en un comportamiento reiterado. En estos casos, las familias deben adoptar determinadas estrategias de intervención para descubrir las razones del rechazo del estudiante al colegio e intentar fomentar su interés y atracción por ir a la escuela.
·                                 Por MARTA VÁZQUEZ-REINA

Motivos de alarma de rechazo a la escuela

Suena el despertador y comienza la lucha. La negativa de un escolar a acudir al centro educativo para asistir a clase es una situación que se repite con frecuencia en muchos hogares. En el caso de los alumnos más pequeños que inician la escolaridad, este rechazo a la escuela es, en general, temporal y está asociado a los miedos infantiles a la separación y a enfrentarse a nuevas situaciones, por lo que los progenitores no deben preocuparse en exceso.
Es precisa una intervención consensuada entre el centro y la familia
Sin embargo, cuando el rechazo se convierte en una actitud reiterada, se manifiesta de forma inesperada después de una buena adaptación del alumno o se detecta en edades más avanzadas, es precisa una intervención consensuada entre el centro y la familia para determinar las causas que han llevado a esa situación y tratar de elaborar una estrategia para superarla.

Posibles causas del rechazo al colegio

Los motivos que llevan a un estudiante a rechazar de forma reiterada la asistencia al colegio pueden estar relacionados tanto con el ámbito escolar y académico, como con el personal y familiar. Los especialistas apuntan los siguientes factores como los principales causantes de esta situación:
  • Situaciones de rechazo social entre compañeros o de acoso o intimidación en el entorno de la escuela.
  • Cambios significativos en el hogar (separación o divorcio, nuevos nacimientos o movilidad, entre otros), que generan miedo a que pueda ocurrir algo en el entorno familiar mientras asisten al colegio.
  • Ausencia prolongada de las clases tras una enfermedad, que provoca una sensación de aislamiento o desconexión con lo que ocurre en el aula.
  • Transición entre etapas educativas, que implican enfrentarse a nuevos compañeros, nuevos docentes y a un centro diferente en algunos casos.

Actitud de los padres

Estos factores se pueden dar de forma independiente o es posible que el rechazo esté provocado por la combinación de varios de ellos. Por este motivo, el primer paso que deben dar los padres ante una situación de negativa al colegio es intentar averiguar cuáles son las circunstancias concretas que provocan en el estudiante esta actitud. Estas son algunas de las estrategias para conseguirlo:
  • Hablar con el alumno: animarle, pero sin insistencia ni de manera imperativa, a que cuente qué le ocurre y cuáles son las situaciones que le provocan ansiedad en la escuela. Con los más pequeños, una buena idea es pedirles que elaboren una lista sencilla en la que enumere lo que más y lo que menos le gusta del colegio. Esto permitirá obtener las primeras pistas.
  • Comunicarse con el tutor: en muchos casos, el tutor pasa muchas más horas seguidas con el escolar que los progenitores. Por eso, es importante hablar con él para contrastar la información obtenida del alumno y que aporte los cambios o situaciones que haya observado desde su puesto de tutor en el aula.
  • Indagar en el entorno: en ocasiones, el estudiante se muestra reacio a hablar y contar sus inquietudes a sus padres y se siente más cómodo al compartir su situación con otras personas. En este caso, los padres pueden consultar en el círculo más cercano del alumno, como hermanos y amigos, o bien con otros docentes o adultos con quienes el estudiante muestre mayor confianza.

Pautas para intervenir

Una vez descubiertas las razones que angustian o crean ansiedad en el escolar, es preciso intervenir para intentar cambiar la situación. La intervención diferirá en función de las causas específicas que hayan provocado el rechazo y los padres deberán definirla de forma conjunta con los responsables académicos del alumno.
Los especialistas apuntan también algunas pautas genéricas que se pueden adoptar para favorecer un cambio de actitud en el alumno:
  • Transmitir en el hogar una imagen positiva de la escuela e ignorar los comentarios negativos. Hablarle bien del colegio es fundamental para evitar el rechazo y crear una actitud abierta hacia el centro.
  • Comentar en casa las actividades escolares programadas para manifestar al estudiante el interés familiar por su vida académica.
  • Fomentar las relaciones con otros compañeros y otras familias del centro para que asocie la escuela con un entorno conocido y habitual de la familia.
  • Reforzar los comportamientos favorables del estudiante ante la asistencia a la escuela con recompensas afectivas o con tiempo de juego y ocio con la familia.
  • Acompañarle al colegio, que sienta que es un "terreno" conocido por la familia, donde se puede sentir seguro.

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