Qué hacer cuando no quiere ir al cole
Ante una negativa prolongada a acudir a la escuela, las familias
deben analizar los posibles factores que provocan el rechazo
Se resiste a levantarse, llora, grita, discute, en definitiva,
se niega a ir al colegio. No es extraño vivir esta
situación en los hogares con niños en edad escolar. Sin embargo, en ocasiones,
se prolonga en el tiempo y se convierte en un comportamiento reiterado. En
estos casos, las familias deben adoptar determinadas estrategias de intervención
para descubrir las razones del rechazo del estudiante al colegio e intentar
fomentar su interés y atracción por ir a la escuela.
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Por MARTA VÁZQUEZ-REINA
Motivos de alarma de rechazo a la escuela
Suena el despertador y comienza la lucha. La negativa de un
escolar a acudir al centro educativo para asistir a clase es una situación que
se repite con frecuencia en muchos hogares. En el caso de los alumnos más
pequeños que inician la escolaridad, este rechazo a la escuela es, en general,
temporal y está asociado a los miedos infantiles a la separación y a enfrentarse a
nuevas situaciones, por lo que los progenitores no deben preocuparse en exceso.
Es precisa una intervención
consensuada entre el centro y la familia
Sin embargo, cuando el rechazo se convierte en una actitud
reiterada, se manifiesta de forma inesperada después de una buena adaptación
del alumno o se detecta en edades más avanzadas, es precisa una intervención
consensuada entre el centro y la familia para determinar las causas que han
llevado a esa situación y tratar de elaborar una estrategia para superarla.
Posibles causas del rechazo al colegio
Los motivos que llevan a un estudiante a rechazar de forma
reiterada la asistencia al colegio pueden estar relacionados tanto con el
ámbito escolar y académico, como con el personal y familiar. Los especialistas
apuntan los siguientes factores como los principales causantes de esta
situación:
- Problemas académicos o dificultades de aprendizaje que causan ansiedad en el alumno
y le impiden avanzar en el currículum.
- Situaciones de rechazo social entre compañeros o de acoso o
intimidación en el entorno de la escuela.
- Cambios significativos
en el hogar (separación o divorcio, nuevos nacimientos o movilidad, entre
otros), que generan miedo a que pueda ocurrir algo en el entorno familiar
mientras asisten al colegio.
- Ausencia prolongada de
las clases tras una enfermedad, que provoca una sensación de aislamiento o
desconexión con lo que ocurre en el aula.
- Transición entre etapas educativas, que implican
enfrentarse a nuevos compañeros, nuevos docentes y a un centro diferente
en algunos casos.
Actitud de los padres
Estos factores se pueden dar de forma independiente o es posible
que el rechazo esté provocado por la combinación de varios de ellos. Por este
motivo, el primer paso que deben dar los padres ante una situación de negativa
al colegio es intentar averiguar cuáles son las circunstancias concretas que
provocan en el estudiante esta actitud. Estas son algunas de las estrategias
para conseguirlo:
- Hablar con el alumno: animarle, pero sin insistencia ni de manera
imperativa, a que cuente qué le ocurre y cuáles son las situaciones que le
provocan ansiedad en la escuela. Con los más pequeños, una buena idea es
pedirles que elaboren una lista sencilla en la que enumere lo que más y lo
que menos le gusta del colegio. Esto permitirá obtener las primeras
pistas.
- Comunicarse con el
tutor: en muchos casos, el tutor pasa
muchas más horas seguidas con el escolar que los progenitores. Por eso, es
importante hablar con él para contrastar la información obtenida del
alumno y que aporte los cambios o situaciones que haya observado desde su
puesto de tutor en el aula.
- Indagar en el entorno: en ocasiones, el estudiante se muestra reacio
a hablar y contar sus inquietudes a sus padres y se siente más cómodo al
compartir su situación con otras personas. En este caso, los padres pueden
consultar en el círculo más cercano del alumno, como hermanos y amigos, o
bien con otros docentes o adultos con quienes el estudiante muestre mayor
confianza.
Pautas para intervenir
Una vez descubiertas las razones que angustian o crean ansiedad
en el escolar, es preciso intervenir para intentar cambiar la situación. La
intervención diferirá en función de las causas específicas que hayan provocado
el rechazo y los padres deberán definirla de forma conjunta con los
responsables académicos del alumno.
Los especialistas apuntan también algunas pautas genéricas que
se pueden adoptar para favorecer un cambio de actitud en el alumno:
- Transmitir en el hogar
una imagen positiva de la escuela e ignorar los comentarios negativos.
Hablarle bien del colegio es fundamental para evitar el rechazo y crear
una actitud abierta hacia el centro.
- Comentar en casa las
actividades escolares programadas para manifestar al estudiante el interés
familiar por su vida académica.
- Fomentar las
relaciones con otros compañeros y otras familias del centro para que
asocie la escuela con un entorno conocido y habitual de la familia.
- Reforzar los
comportamientos favorables del estudiante ante la asistencia a la escuela
con recompensas afectivas o con tiempo de juego y ocio con la familia.
- Acompañarle al
colegio, que sienta que es un "terreno" conocido por la familia,
donde se puede sentir seguro.
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