Muchos son quienes quieren vivir en un mundo mejor. Pero son muy pocos quienes trabajan cada día para construirlo. Sin embargo, para poderlo cambiar hay algo totalmente necesario: tenemos que creer en nuestras posibilidades. Y una vez nos lo hayamos creído, tan solo necesitaremos ponernos a trabajar con paciencia y perseverancia hasta que aquello que soñamos se convierta en realidad.
De lo contrario, cada sueño puede quedarse en palabras que se lleva el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario